El otro día escuché por la radio que una señora militaba por los derechos de las gallinas ponedoras. Qué gran lucha y lo digo en serio. Unas décadas antes esa era la realidad de muchas mujeres. Cada año un crío. Imaginemos la vida de esas gallinas, cada día un huevo. Al cabo de cierto tiempo, no mucho, las gallinas ponedoras entran en la menopausia y "ya no sirven". Es justo y consecuente desearles una jubilación tranquila. Su trabajo lo merece. Al principio creí que era una broma, luego me di cuenta de que no. Me puse triste, ahora me siento culpable cada vez que compro huevos, cada vez que uso huevos o que como huevos. Menos mal que no soy gallina pero no sé si mucha gente milite para que las mujeres que alumbraron y criaron hijos sin sueldo (no es normal que las reproductoras de la sociedad disfruten esto?) tengan una vejez decorosa.