Nunca agradeceré lo suficiente a mi madre todo lo que ha hecho y hace por mí. Muchas veces por obligación, por instinto, pero lo ha hecho. Y yo sé muy bien qué es porque yo también hago muchas cosas por esos mismos motivos. Mala madre? no creo, a mis hijos no les falta nada ni material ni afectivo, espero. Pero sería mentir decir que dar tiempo, atenciones y muchas cosas no cuestan. Ser madre me ha permitido vivir y experimentar mucho y por eso me considero privilegiada.
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