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Un día normal y silvestre

No podía acceder al blog, no sé porqué. Creo que estoy embarazada. Espero que no. No puede ser. No quiero, no puedo.

He aumentado de peso, casi dos kilos, no como más. Será que me muevo menos? No, con dos hijos me basta. Son tiernos, son buenos, son espontáneos, puros y dan muchísimo trabajo.

En clase lo he pasado bien. Me da pena saber que no veré a varios el año próximo. No tengo mis planes muy claros, primero quiero acabar la interminable memoria.

Ahora leo a Philippe Lejeune y a Philippe Gasparini. Me gusta el primero porque noto en él una seriedad académica irreprochable y el segundo porque tiene sentido del humor y está muy empapado del asunto. Del asunto de la autoficción.

Soñé con Romain, cuando R tenía 1 año, en mi sueño yo le hablaba y le decía que no quería que creciera. R hacía como que me entendía. Pero creció, lo bueno es que hace unos días se le cayó un diente y esperó ansioso a que venga el Ratoncito Pérez a dejarle un regalito. El ratoncito soy yo.

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Lo que tu blog dice sobre tí

Cuando se habla acerca de blogs yo digo que tengo uno. No me da verguenza. He notado que la gente se muestra discreta, a lo mucho quieren saber si escribo sobre cocina o decoración. "Sobre crianza de niños" digo, como que la gente se tranquiliza. A nadie le importa eso. Si yo conociera al alguien que escribe un blog yo sí trataría de saber más sobre "ese" blog. Al fin y al cabo sabría sobre "esa"persona mucho más de lo que ella o él imaginaría. Mucho más.
Qué post más estúpido (el anterior). Hay gente que no debería tener acceso ni a computadoras ni a escribir blogs. Estoy hablando de mí.